El cuatro de febrero se firma el acta de acuerdo sobre la reorganización del Tren de Alambrón avalado por UGT y el OTRO sindicato, que una vez más impiden que se convoque una asamblea para informar y un referéndum para decidir.
Básicamente y expresado en un lenguaje coloquial “la cosa” consiste en eliminar, a 32 personas y que el resto se “deslome” un poco más para mayor “gloria” de la cartilla de ahorros del “Amu”.
Como coartada para los firmantes y fórmula de engrase para el personal es posible, si se acepta, ganar “unes perres” siempre y cuando el operario después de las prácticas correspondientes, haga ver al mando que es la mar de competitivo además de “listu” como el hambre y por lo tanto está en condiciones de cobrar eses “perres”; claro que a cambio de vender los puestos de trabajo que no son suyos.
El argumento de UGT cuyos dirigentes muestran una y otra vez una preocupante querencia a facilitar la “vida” al “Amu” (y viceversa) y de los dirigentes del OTRO sindicato, que actuando sindicalmente como tontos útiles en manos de UGT y del “Amu” y a los cuales solo les salva su difusa ideología y sus no menos difusos principios sindicales, es: que sus afiliados están de acuerdo con el acuerdo.
El argumento de ambas organizaciones sería correcto, si lo firmado afectase o fuese de aplicación nada más que a sus afiliados; caso en que no habría nada que decir. Pero cuando firman como Comité de empresa, la cosa cambia, por que lo firmado implica no solo a sus afiliados sino también al conjunto de los trabajador@s del tren, estén o no afiliados, y por ello además de no ser válido su argumento es una impostura sindical.
Todas las personas tienen derecho a ser informadas y a decidir de manera colectiva y es el Comité de empresa quien tiene el deber de informar y facilitar la decisión de los trabajador@s.
Hartos ya de estar hartos, los compañer@s del Alambrón habían recogido firmas, con anterioridad a los hechos del día cuatro, exigiendo del Comité la celebración de un referéndum, haciendo mención también que en el caso de que no se celebrase estaban dispuestos a convocar paros de dos horas por turno durante los meses de febrero y marzo.
Dado que tanto una organización como la otra (ambas suponen la mayoría del Comité de empresa) se niegan a convocar la consulta, CC.OO. y La Corriente deciden facilitar la decisión de los firmantes, UNA AMPLIA MAYORÍA, asumiendo la convocatoria de los paros. Paros que darán comienzo el día 15.